martes, 17 de marzo de 2020

Etapa 5. Final anticipado

Etapa 5. Final anticipado


    Las preocupantes noticias que llegaron hasta nosotros durante la estancia en El Calafate y las medidas que el gobierno argentino anunciaba, acabaron por decidirnos a regresar.
Los primeros intentos por adelantar nuestros vuelos de regreso no surtieron efecto. La compañía aérea Latam no atendía telefónicamente ni mantenía operativa su web. Parecía más bien una desconexión intencionada. Tampoco tuvimos éxito en nuestras gestiones ante el consulado español en Buenos Aires que, si bien atendieron nuestra llamada, sólo sirvió para comprender que no había iniciativas del gobierno español para realizar nuestra repatriación y que, por tanto, debíamos seguir intentando buscar una solución en las oficinas de la compañía aérea en Buenos Aires.
   Nuestros intentos electrónicos por obtener un billete de avión desde el Calafate hasta Buenos Aires tampoco tuvieron éxito y es aquí cuando entendimos que la huía de turistas  se estaba produciendo de manera generalizada.
    Un autobús desde el Calafate hasta Río Gallegos en la costa atlántica fue la mejor de las soluciones para, desde allí, volar a la capital argentina. Nada más aterrizar en el aeroparque Jorge Newberry obtuvimos respuesta, esta vez sí, de Latam que de manera inmediata y sorpresiva nos facilitó el anticipo de nuestros pasajes y un billete de avión, que tres horas después y tras cambiar de aeropuerto nos permitía despegar de Ezeiza con rumbo a España, previa escala en Sao Paulo.
Quedarán para otra ocasión entre nuestros objetivos los estrechos de Magallanes y Beagle y la austral Ushuaia.

viernes, 13 de marzo de 2020

Etapa 4. El Calafate

Etapa 4. El Calafate

     No hay motivos para entretenerse en comentarios sobre el viaje entre Puerto Natales y el Calafate. Salir de Chile e ingresar en Argentina nos sirvió para hacer algunas comparaciones. Por un lado las carreteras argentinas del sur desmerecen bastante. El ripio es la alfombra que recorre buena parte de este sector de la Patagonia argentina. Por el contrario, tuvimos la sensación de salir de un país, Chile, que tal vez por la problemática que ya hemos apuntado anteriormente, ha descuidado mucho la imagen de sus ciudades. En Argentina ese aspecto está más cuidado.

El Calafate es una pequeña ciudad de 30.000 habitantes a orillas del lago Argentino. Aparece ante nosotros como una sucesión de casas bajas y multicolores de tejado inclinado organizada en función de un relieve en cuesta.




    Es una ciudad que vive por y para el turismo. Turismo de medio ambiente, deportivo, verde, y hasta contemplativo. Su principal atractivo, que no el único, es el glaciar Perito Moreno. Uno de los muchos glaciares que la cordillera andina atesora en este sector sur patagónico.

    Más de 80 km separan esta población del glaciar. La carretera bordea el lago discurriendo primero por llanura ganaderas desprovistas de árboles y flanqueadas por cerros desnudos. 




Más adelante aparecen los arbustos y los árboles de porte bajo, nostros, lengas y ñires se reparten el paisaje. Al entrar en el parque nacional de los Glaciares, el porte de esta vegetación aumenta y se convierte en un bosque patagónico que se protege y cuida, como hemos podido comprobar. Entre esta maraña vegetal, aparece la joya de El Calafate, el glaciar Perito Moreno.








El Perito Moreno nace en las proximidades del monte Pietrobelli, es decir, en el límite fronterizo con Chile y tras varios kilómetros de recorrido desemboca en el lago Argentino. Este río de hielo, cuya lengua avanza a unos dos metros diarios, ocupa un frente de 5 kilómetros y una altura junto al lago de hasta 70 metros. Esta pared de hielo se resquebraja y tras enormes estruendos provoca la caída de bloques, en ocasiones de gran tamaño, que flotan en el lago. 

















martes, 10 de marzo de 2020

Etapa 3. Puerto Natales

Etapa 3. Puerto Natales.

   De vuelta a la capital chilena pudimos comprobar cómo la problemática social y los conflictos se habían agudizado. El camino hacia el aeropuerto fue una carrera de obstáculos. Las líneas de metro sufrían el cierre inesperado de estaciones importantes, principalmente de aquellas que servían de nexo o combinación para otras líneas. La suciedad de las calles, las aceras levantadas, los restos de las fogatas, el olor de la batalla de la tarde anterior, las incontables pintadas en las fachadas y monumentos... Nos despedimos de Santiago con la satisfacción  de haberla conocido, y la tristeza de ver el deterioro de su imagen y el hartazgo de sus pobladores por lo que está ocurriendo.

    Empresas de bajo coste hacen el trayecto desde Santiago a Puerto Natales. Esta localidad está a tres horas de avión y se encuentra al sur de la Patagonia chilena. Está de moda por ser la puerta de entrada al parque nacional de las Torres del Paine. Escaladores, excursionistas, senderistas, mochileros, jóvenes en general, pero también jubilados, se acercan a esta maravilla de la naturaleza. No es esta la mejor época para visitarla pues, en el hemisferio sur es verano y las montañas aparecen desprovistas de su cubierta blanca. El gran inconveniente de esta gran atracción el el precio que alcanzan los servicios de agencias, medios de transporte y guías turísticos. A ello habrá que añadir el cobro de los 25000 pesos que cuesta la entrada al parque. En resumen, que un día de tour en las Torres del Paine organizado por una agencia local puede suponer el desembolso  de más de 100 euros. Si añadimos los gastos de comida y alojamiento, concluiremos que no hay pensión que lo resista. Huelga decir que no estuvimos allí, por eso invitamos a los lectores de estas líneas a que se informen e ilustren en internet sobre esta maravilla.




     Puerto Natales es una villa coqueta de poco más de 20.000 habitantes, situada en el canal Señoret, uno de los innumerables sectores recortados de la costa sur chilena. La villa es la capital de la provincia chilena de Última Esperanza. Unos pocos atractivos turísticos relevantes, las mencionadas Torres del Paine situadas a más de 100 km al norte, la  cueva del Milodón, así llamada por haberse encontrado en ella los restos de un perezoso gigante ya extinto que los lugareños utilizan como emblema de esta localidad.




También promocionan la visita a los glaciares Balmaceda y Serrano. El tour se hace en barco hasta el encuentro de los hielos con el mar.




domingo, 8 de marzo de 2020

Etapa 2. Valparaiso y Viña del Mar



Etapa 2. Valparaiso y Viña del Mar

    En apenas una hora y media nos trasladamos desde Santiago hasta la costa del pacífico. Un paisaje de cerros pelados o con vegetación de garriga, propio de un clima mediterráneo, fue dando paso poco a poco a viñas y frutales surgidos al amparo de las escasas corrientes de agua que circulan por esta zona. 
  Valparaiso se mostraba con sus innumerables cerros poblados de viviendas que se afianzan en laderas que se deslizan hasta el mar. Este relieve en cuesta acaba en un terreno menos abrupto, incluso llano, junto a la costas donde se encuentran los edificios comerciales, bancarios, administrativos y de gobierno. 










La Plaza de Sotomayor está presidida por el edificio de la Armada y, frente a él, se abre el puerto, uno de los más importantes de Chile.



Valparaiso tiene aspecto de ciudad multicolor con sus casas mostrando el capricho de sus inquilinos, sin embargo, vista con detenimiento es también una ciudad descuidada, sucia, repleta de grafitis que responden a los enormes deseos de la juventud por manifestarse frente a las injusticias y al sinsentido político que reina hoy en día en Chile. Hace meses que los jóvenes, principalmente, se manifiestan de manera continuada para reclamar la aprobación de una nueva constitución y el fin de los abusos de poder.
Los mensajes de los grafitis de Valparaiso van en esa línea, aunque carecen en muchos casos de gusto estético. En otras ocasiones nos hemos encontrado con murales en los que se acompasan el gusto estético y el arte del dibujo y la pintura.




Valparaiso goza de un clima benigno de tipo mediterráneo que en muchas ocasiones se envuelve en brumas marinas.




    Muy cerca de Valparaiso, unida a ella, se encuentra la villa de Viña del Mar. En apenas un paseo, nos encontramos con avenidas amplias, jardines, limpieza y un orden urbano que lo diferencian de su villa hermana.








viernes, 6 de marzo de 2020

Etapa 1. Santiago

Etapa 1. Santiago de Chile.

     La capital de Chile se encuentra a trece horas de avión desde Madrid.
    El día 6 de marzo a las 9,00 horas aterrizamos en el aeropuerto. Santiago nos recibió con 20 grados de temperatura. Augurábamos que el día sería, como así fue, un agobio de calor. Pasamos del invierno peninsular al estío austral sin mediar primavera alguna. Los grupos estudiantiles cobijados al amparo de los árboles, los comerciantes callejeros, los taxista al acecho, los transeúntes en general, todos buscaban la deseada protección. Avanzaba la mañana de manera cansina. Los trámites de hotel, la búsqueda de información, precedieron a un primer contacto con la cocina chilena. Un sapayo con complemento de verduras ayudó a apaciguar el apetito.




      Luego, a golpe de metro, nos desplazamos con dirección a la Plaza de Armas, con la amenaza de una jornada de huelga social contra el gobierno. los cortes de algunos transportes, el cierre de comercios, todo nos indicaba que esta iba a ser una jornada que amenazaba con impedirnos ejercer como turistas. Sin embargo, pudimos comprobar que fuera de las plazas de Italia y  Baquedano, la vida continuaba.
Chile no pasa por sus mejores momentos. La crisis económica, la devaluación constante de su moneda y, en general, el cansancio social son el caldo de cultivo para que los trabajadores, especialmente los partidos y sindicatos de izquierda presionen al gobierno.


                                                 Santiago desde el cerro S. Cristóbal

      Santiago de Chile se anuncia con una población de seis millones de habitantes y se desparrama con un horizonte de cerros y la cordillera andina. Hasta sus estribaciones llegan las construcciones que, de manera irregular en altura, ocupan el espacio.
    El mejor otero para vislumbrar semejante ciudad es el cerro de San Cristóbal, una atalaya a la que se sube en funicular, una especie de cabra antidiluviana que gatea por una ladera vertiginosa. Es típico en este lugar tomar un mote con huesillos, una bebida refrescante a base de zumo de durazno (melocotón) con trigo.
     Más abajo, en la Plaza de Armas, la catedral y los edificios del Museo Histórico Nacional y Correos flanquean sus costados. 


                                                   Catedral metropolitana

   En una de sus esquinas, encontramos la escultura equestre del fundador de la ciudad, Pedro de Valdivia, un extremeño de Villanueva de la Serena. La obra, realizada en España, es un regalo de la colonia española a la ciudad.





                                                    Monumento a Pedro de Valdivia

     A poca distancia se encuentra otra plaza importante donde se ubica el palacio de la Casa de la Moneda, un edificio que tradicionalmente se dedicó a la acuñación y, posteriormente, a residencia de los presidentes del gobierno chileno. Una escultura de Salvador Allende situada en sus proximidades recuerdan ese capítulo triste de la historia chilena del que todos hemos oído hablar.



                                                   



                                                                   Casa de la Moneda


      Como antes señalamos, la situación social, económica y  política en Chile no atraviesa por buenos momentos. Las revueltas estudiantiles, las huelgas, los transportes afectados, comercios, la ocupación de espacios públicos, las cargas policiales contra los manifestantes y, en general, la movilización de un sector de la sociedad chilena no auguran una solución a corto plazo. 


                                            Protestas en la Merced



domingo, 1 de marzo de 2020

Introducción


Patagonia y Tierra del Fuego

Introducción. 

    Sorprendidos por la irrupción del Covid-19, el famoso coronavirus, tuvimos que suspender nuestro viaje a tierras del sudeste asiático. Nuestra ruta incluía Pekín, Vietnam, Camboya y Tailandia y, por motivos evidentes y ante la expansión de la epidemia, abandonamos la idea de viajar a esas tierras. 
Continuar la aventura del año pasado por tierras sudamericanas nos atraía también así que, tras meditar la idea y sopesar algunas otras alternativas, decidimos organizar una nueva ruta que incluía a Chile y Argentina en su recorrido.


Este recorrido lo haremos en 21 días y lo iniciaremos en Santiago de Chile para , luego de recorrer la región Patagónica y de Tierra del Fuego, acabar en Buenos Aires.